Sofía Perpiñán Psicóloga especialista en Ansiedad en Valencia
Si estás aquí, supongo que es porque tienes dudas de si estás sintiendo ansiedad. La realidad es que es muy probable que sí la estés experimentando. Sigue leyendo a ver si puedo solucionar alguna de tus dudas.
¿Cómo sé si tengo ansiedad?
Ansiedad, ansiedad, ansiedad… parece que últimamente todos hablamos de ella con nuestros amigos tomando algo, con nuestra pareja antes de dormir, o simplemente pensamos en ella cual adolescente enamorado mientras volvemos a casa en el bus.
¡Te entiendo! A veces es desesperante, parece que está hasta en la sopa.
La ansiedad es como esa mosca que se cuela en tu habitación mientras intentas dormir. Es una sensación muy desagradable que mezcla emociones y pensamientos que todos hemos enfrentado en algún momento de nuestras vidas.
Pero, ¿qué es realmente la ansiedad? La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo y la mente ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Por lo tanto, también es necesaria, ya que sirve para movilizarnos y llevarnos a la acción.
Esto puede que te lleve a pensar algo como: “Pero es que todo el mundo tiene ansiedad” o “Sí, Sí, muy útil…”. Y sí, lo es. Todos la hemos sentido y es SÚPER normal sentir ansiedad ocasionalmente. Pero cuando el nivel de activación se alarga en el tiempo o es muy intenso como para que funcionemos con normalidad o nos causa mucho malestar en nuestro día a día, se convierte en un problema y deja de ser útil.
¿Cómo solemos vivir la ansiedad en nuestro cuerpo, mente y conducta?
En esta parte, probablemente te sientas más identificado porque vamos a hablar sobre los síntomas y alguno o muchos de ellos puede que los experimentes.
Como te habrás dado cuenta, la ansiedad no es algo abstracto; es una experiencia que se manifiesta de diversas formas y en tres planos: cuerpo, mente y conducta.
Síntomas de la ansiedad en mi cuerpo:
- Palpitaciones o latidos rápidos del corazón.
- Sensación de opresión en el pecho.
- Respiración acelerada o dificultosa.
- Tensión muscular o temblores.
- Problemas gastrointestinales, como náuseas o malestar estomacal.
- Sudoración excesiva o manos frías.
- Mareos o sensación de desmayo.
Probablemente lo veas en tu cuerpo con cosas como contracturas, estreñimiento o diarreas, manos sudorosas, granitos, dolores de cabeza constantes…
Síntomas de la ansiedad en mi mente:
- Preocupación constante o pensamientos intrusivos.
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.
- Miedo irracional o aprensión sin motivo aparente.
- Anticipación constante de lo peor.
- Irritabilidad o cambios bruscos de humor.
- Sensación de desconexión o irrealidad.
- Pensamientos catastróficos sobre el futuro.
Probablemente tú te los digas en tu mente como algo así: “me va a dar algo, “me estoy muriendo”, “¿Qué pasa si tengo una enfermedad?”…
Síntomas de la ansiedad en mi conducta:
- Evitación de situaciones percibidas como amenazantes.
- Inquietud o incapacidad para quedarse quieto.
- Comportamientos compulsivos o rituales para aliviar la ansiedad.
- Dificultad para enfrentar tareas cotidianas.
- Problemas de sueño, como insomnio o despertarse frecuentemente.
- Aislamiento social o retraimiento.
- Uso de sustancias como medio para gestionar la ansiedad.
Puede que hagas cosas como dejar de ir a esa cena con tus amigos, evitar coger el autobús, dejar las tareas pendientes, comprobar que has apagado la plancha mil veces, fumar más o llevar una pastilla relajante en el bolso…
Tipos de ansiedad ¿Cuál es la mía?
Llegados a este punto, habrás caído en que en el mundo de la ansiedad, no hay dos experiencias iguales.
Esta puede verse como ese nudo en el estómago que parece no desaparecer, la preocupación constante que juega con tu mente o incluso esos momentos de pánico que te dejan sin aliento.
La ansiedad tiene muchas caras, desde la generalizada, donde el estrés se convierte en un compañero constante, hasta los matices de fobias específicas que desencadenan un miedo intenso. Los trastornos de pánico pueden hacer que el corazón lata desbocado sin previo aviso, mientras que el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede sumergirte en un ciclo de pensamientos intrusivos y rituales repetitivos. La ansiedad social puede convertir cada interacción en una batalla emocional, y el trastorno por estrés postraumático (TEPT) puede hacer que el pasado se entrelace dolorosamente con el presente.
Si algo de esto te suena familiar, quiero que sepas que no estás solo y que la situación no tiene porque ser así siempre.
¿Qué podemos hacer para reducir la ansiedad?
La buena noticia es que existen estrategias efectivas para manejar la ansiedad y recuperar el control.
En primer lugar, la conciencia es clave. Aprender a reconocer las señales tempranas de la ansiedad nos permite intervenir antes de que se intensifique.
La respiración profunda y consciente es una herramienta simple pero poderosa para tranquilizar el sistema nervioso y reducir la respuesta de lucha o huida.
La práctica regular de técnicas de relajación, como la meditación, también puede ayudar a mantener la ansiedad a raya.
Establecer rutinas diarias de hábitos saludables y priorizar el autocuidado, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso, contribuye a fortalecer nuestro bienestar emocional.
Estas son algunas de las más utilizadas, pero para muestra un botón y lo ideal es adaptar siempre el tratamiento a tus necesidades.
¿Cómo puedo ayudarte en consulta psicológica con la ansiedad?
Por su aval científico, yo utilizo principalmente la terapia cognitivo-conductual y la acompaño de las terapias de tercera generación y la corriente humanista en sesión.
En consulta psicológica, mi enfoque es colaborativo y centrado en tus necesidades individuales. Es decir, somos un equipo y los dos trabajamos contra la ansiedad.
Normalmente comenzaríamos por explorar juntos las raíces de tu ansiedad, identificando patrones de pensamiento y comportamiento que puedan estar contribuyendo al malestar. Esta es la parte en la que evaluamos y recabamos información sobre ti y luego viene en la que vamos sin piedad a por tu ansiedad.
Para mí es muy importante que la terapia te proporcione un espacio seguro para explorar y expresar emociones, permitiéndote comprender mejor tu experiencia emocional y aprender a gestionarla de manera saludable. Además, te proporcionaré herramientas y técnicas específicas para manejar situaciones desafiantes, permitiéndote construir una base sólida para superar la ansiedad.
Recuerda, la ansiedad no tiene por qué definir tu vida.
Si quieres mi ayuda, contacta conmigo sin compromiso y estaré encantada de atenderte. Te espero!
Con cariño, Sofía.